Tratamiento de residuos
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Hoy en día las personas generamos gran cantidad de residuos, los cuales no se desechan de la misma forma debido a sus componentes y a los efectos que estos pueden causar en el medioambiente. Según su composición pueden ser residuos de materia orgánica, plásticos, vidrio, papel y cartón, madera y metales.
Los residuos orgánicos están sometidos a dos clases de procesos. Uno anaerobio denominado también biometanización, que se da en condiciones de poco oxígeno y se obtiene una mezcla de gases: metano (del que se obtiene energía) dióxido de carbón, amoniaco y acido sulfídrico. El otro proceso es aerobio o proceso de compostaje, que consiste en una transformación biológica de la materia orgánica en productos húmicos conocidos como compost. Se da en ambientes con oxígeno y condiciones de humedad, PH y temperatura controlados.
Otro tipo de residuos son los plásticos, cuyo problema es que no se degradan ni descomponen con el tiempo, su tratamiento esta sometido a la regla de las “tres erres”: reducción reutilización y reciclado. Se pueden reciclar de forma mecánica o química y, según las técnicas que se han desarrollado en los últimos años para el reciclaje de los plásticos se dividen en cuatro tipos: primario, secundario, terciario y cuaternario.
El vidrio es un material que se puede reciclar sin que el material pierda ninguna de sus propiedades. Cuando se recogen se forma el calcín, que es un polvo grueso que se obtiene al triturarlos, que se funde para que se pueda volver a moldear y forme nuevos envases. Este proceso supone un ahorro de materias primas y de energía muy considerable.
El papel y el cartón son unos de los residuos más abundantes en nuestra sociedad. Su reciclaje se realiza triturando primero el papel usado, para luego quitarle la tinta y generar una pasta de papel. Sus ventajas son muy numerosas, aunque solo queda
concienciar mejor a la gente de la importancia de la recogida selectiva. Gracias a este reciclado se disminuye el consumo de madera, agua y energía para la fabricación de papel, se reducen los residuos y por tanto se alarga la vida de los vertederos, se disminuye la tala de árboles y la importación de madera....La madera también se puede reciclar. La que esta destinada a ello procede principalmente de actividades industriales y del aprovechamiento de las partes no útiles del árbol talado. Su reciclaje consiste en una operación de triturado y eliminación de otros materiales para posteriormente fabricar tableros, aglomerados....
Otro residuo a tener en cuenta es el meta. Para los metales no hay límite para su fusión y obtención de nuevos productos con la misma calidad que los primeros. Pero dentro de los metales hay distintos tipos. Por ejemplo, los envases de hojalata son fácilmente reciclables. El acero recuperado se recicla por las necesidades de las acerías. Los envases de aluminio son una materia prima en los mercados internacionales. El reciclaje de todos ellos supone un claro ahorro energético y económico.
Con todos estos medios de ayuda al medioambiente, solo queda el factor más importante, que las personas se conciencien de lo beneficioso que es separar los materiales a la hora de tirar desechos, que cuesta poco y ayuda mucho a la naturaleza.
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