miércoles, 27 de mayo de 2009

Vida de las estrellas

14:51




Las estrellas nacen de nebulosas (grandes nubes de gas interestelar). Las fuerzas que actúan sobre ellas pueden provocar que la nube se deshaga o, que la acción de la gravedad haga caer la materia hasta lo que sería el núcleo de la protoestrella, cuyas partículas seguirían chocando, lo que provocaría un aumento en la presión y la temperatura. La gran cantidad de energía que posee no es siempre igual, sino que la energía gravitatoria se transforma en energía interna y parte se transforma en radiación, que es irradiada al espacio exterior produciendo la luminosidad característica de cada estrella.

Una gran nebulosa comienza a contraerse, por lo que su densidad y temperatura aumentan, que provoca que la fusión nuclear pueda comenzar, esto hace que el hidrógeno poco a poco se convierta en helio, que la estrella usará cuando no quede más hidrógeno.


Tras esto aparece la llamada gigante roja. La estrella es mucho mayor. Cuando a esta se le acaba el combustible comienza a contraerse nuevamente, lo que calienta mucho el núcleo de la estrella, así se forman elementos más pesados. Cuando se le agota este último tipo de combustible, ha llegado el final de su vida.


La estrella comienza a desprender capas porque no puede contenerlas por más tiempo, lo que se llama nebulosa planetaria. El centro de la estrella se convierte en una enana blanca, que es una estrella muy densa del tamaño de un planeta. Cuando esta enana blanca ha utilizado toda su energía deja de brillar y pasa a llamarse “enana negra”, aquí es cuando ya está muerta.

La evolución de las estrellas también da lugar a otro tipo denominado supernova, que se forma cuando las estrellas con masa mayores que el Sol arrojan las capas externas, ya que estas pueden ser arrojadas con mucha fuerza. Este tipo de estrella colapsa a un tamaño muy compacto y pueden llegar a convertirse en agujeros negros.



0 comentarios:

Publicar un comentario